La Isla Floreana se erige como un tesoro histórico en las Galápagos, siendo una de las primeras islas habitadas en la era de piratas y balleneros. El viaje comienza con un fascinante recorrido en bus hacia la parte alta de la isla, donde la historia cobra vida. La cara tallada del Inca en una imponente roca y la fuente de agua dulce revelan la riqueza de su legado.

En este santuario natural, caminar por los laberintos del Asilo de la Paz ofrece vistas panorámicas impresionantes de la isla Floreana. La histórica Cueva de los Piratas despierta la imaginación con sus relatos del pasado.

La aventura continúa en la Lobería, donde nadar con tortugas, tiburones y lobos marinos se convierte en una experiencia inolvidable. Después de un refrescante snorkeling, la hermosa Playa de Arena Volcánica negra se presenta como un lugar idílico para relajarse.

Con tan solo 180 habitantes, la isla se presenta como un refugio escasamente habitado, permitiendo a los visitantes conectarse con la naturaleza de manera ambiciosa y pacífica. Floreana, un testimonio vivo de la historia y la biodiversidad de las Galápagos.